Formando a nuestr@s hij@s
Cada vez es más común, en la crianza de los hijos, dejarles a ellos la toma de decisiones. Madres y padres les preguntamos qué quieren comer, que quieren hacer, los entretenemos, les hacemos panoramas para el rato que tienen libre, etc. Desde que nacen les damos el poder para decidir, cosa que por capacidad intelectual y experiencia no pueden hacer.
¿Qué nos ocurre a los adultos que propiciamos esta situación? Lo peor, es que después nos quejamos:” mis hijos no me hacen caso, no ayudan en la casa, esperan que uno les haga todo”, en fin, ¿les resuena? Y después, no se van de la casa, ni trabajan porque siguen estudiando y, ¿quién paga? Parece chiste, ¿no? y es así.
Como hay madres y padres cansad@s de esto, l@s invito a preguntarse: ¿qué les pasa? ¿Hay miedo, culpa? ¿La información respecto a la crianza es errática y se han perdido modelos al respecto? ¿Tengo dificultades personales para ejercer la autoridad? Me da lata, como se dice en buen chileno, o sea no hay fuerza de voluntad para realizar el trabajo parental que, implica tomar decisiones, dar órdenes, exigir, “estar presente” con amor y coherencia.
En fin, cada un@ de ustedes tendrá sus propias respuestas. La invitación es a que se miren como padres, se piensen, se reflexionen, se proyecten. La formación de l@s hij@s es, básicamente, de sus progenitores. Ahora que estamos en período de vacaciones es un buen momento para hacerlo y proyectar cambios para el año, si es necesario. ¡Buena reflexión!
Siguiendo con lo que decíamos anteriormente, ¿cómo les fue con su auto reflexión?
Si alguien sintió que tenía miedo de ser mayor de edad y poner orden a sus hij@s, bueno, no es de extrañar. Como se les habla de sus derechos tempranamente, más de alguna criatura de 6 años o menos ha amenazado con llamar a la policía si la retan, ¿han oído eso? Para que decir cuando la misma criatura hace pataleta en la playa porque no le compraron helado. Usted mira hacia todos lados y como no quiere ser objeto de críticas, accede a la compra de helado. ¿Quién manda, quién es la persona adulta en esta relación?
Y están aquellos miedos íntimos, personales. Aquellos que interfieren en todos los ámbitos de la vida, no sólo en la formación de l@s hij@s.
Como mi especialidad es la Psicoterapia corporal, les pregunto, nuevamente, porque el trabajo es de ustedes. ¿Dónde siento el miedo a formar a mis hij@s? ¿Qué parte de mi cuerpo se aprieta cada vez que tengo que mantener una orden? ¿Cómo sale mi voz cada vez que doy una instrucción? ¿Será una voz con un tono creíble? ¿Cómo es mi mirada en esas ocasiones? ¿Es coherente mi mirada con lo que estoy diciendo?
L@s invito a seguir mirándose y reflexionando en su quehacer parental, todo un desafío y una aventura.
Hasta la próxima.