Les cuento que hace un par de años tuve una crisis de dolor en la espalda y desde ese momento tengo un dolor, más o menos fuerte, permanentemente. Junto a esto, me apareció un dolor en el cuello que alivio con ejercicios y bolsa de semillas caliente. Hace pocos días, pensando en este dolor, que es y será mi compañero de vida, pensé en ustedes, que padecen dolor, que no quieren molestar a sus familiares, que a veces se sienten incomprendid@s por distintas personas, que han sentido cambios de ánimo, que se tensan y, por eso les aparecen otros dolores, entonces decidí compartir esta experiencia a través de mi trabajo. Tengo 26 años de experiencia como psicóloga clínica, 20 años de trabajo en y con el cuerpo de mis pacientes, así que aquí estoy con toda esta vivencia para acompañarte a aliviar, en alguna medida, tu dolor físico y tu dolor emocional.
Me parece que lo más difícil de esto es aceptar que se tiene ese dolor crónico. Nos surgen preguntas como: ¿Por qué a mí?, ¿De dónde viene (genético, por ejemplo)?, ¿Por qué hay personas de mi edad que no tienen esto?, etc. ¿Te resuena lo que digo?
Si sufres constantemente dolor de cabeza; fibromialgia; dolor de rodilla, cadera u hombro; lumbago. Si sientes irritabilidad, ansiedad por el dolor, rabia o pena por ese dolor, poca paciencia… contáctame, trabajaremos para que te sientas mejor y tu cotidianeidad sea de mejor calidad, con más tranquilidad y paz.